Niños incómodos: el futuro es hoy
Ricardo V. Santes Álvarez
Circula en las redes un provocativo video, Niños Incómodos, creado por integrantes del proyecto Nuestro México del Futuro, donde se muestra a niños representando la vida cotidiana del México actual. En un noticiero de televisión aparece el problema de la contingencia ambiental, por el cual la SEP cancela actividades al aire libre. En el cintillo surgen otros asuntos (educación por debajo del promedio, aumento en la tasa de desempleo); no falta la imagen del representante popular en su posición preferida: durmiendo. En el periódico El Soberano se anuncia otro problema: la violencia, que pronto se ilustra con escenas de robo a mano armada, “levantones”, aseguramiento de un émulo de La Barbie, corrupción de policías y funcionarios, manifestaciones sindicales contenidas por granaderos, y un taxista alardeando sus modales. La propuesta política prometedora de soluciones no falta, pues aparecen carteles con el trillado “Yo sí cumplo”.
El video puede generar animadversión en algunos sectores por el hecho de utilizar niños para escenificar “cosas de grandes”; de hecho, ya en el Congreso un diputado por Sinaloa ha manifestado que “resulta deleznable utilizar a menores de edad en los papeles de ladrones, policías corruptos, sobornadores [largo etcétera] y una gran cantidad de delitos que se cometen efectivamente en el país…” Tal vez el diputado quiera proponer que mejor se contrate adultos con experiencia en esas lides, o que de plano se prohíba toda difusión de la problemática; aunque en lo inmediato plantea una solución impecable: exigir a la Segob el retiro del documental.
Vale preguntarse si los niños están aislados de los acontecimientos. O más ¿acaso los niños, que se etiquetan como “el futuro”, no son en realidad el presente de México? El sitio web del proyecto anuncia haber recibido ya más de 10.3 millones de visiones de mexicanos acerca del país en que les gustaría vivir, las que se entregarán en formato libro a los presidenciables. Mientras eso sucede, la conclusión a la que llega una niña en el video no puede ser más impactante: “Si este es el futuro que me espera, no lo quiero”. La niña también informa a Doña Josefina, Don Andrés Manuel, Don Enrique y Don Gabriel que se acabó el tiempo, que México ya tocó fondo. Así es.
Escenificado principalmente en la Ciudad de México, el video es referente del clima nacional. Es una relatoría de males que han deteriorado gravemente el tejido social, en donde todos somos partícipes, como causantes o afectados; males que conforman una espiral de daño ascendente que parece no tener solución. Y no la tendrá si optamos por mantenernos en la comodidad de esperar que alguien la resuelva por nosotros. Nadie desea que los niños vivan en un estado de cosas como el actual, pero ¿qué hacemos para que eso cambie? ¿Exigirle al gobierno que oculte la realidad como se propone en el Congreso?
Por ahora, ninguno de los presidenciables va a solucionar los problemas; uno de ellos estará en esa posibilidad al iniciar la próxima administración, y sólo entonces sabremos si le interesa o no solucionarlos. Sin embargo, antes que eso pase está en los ciudadanos decidir que las cosas sean diferentes. La vida familiar, la relación con los vecinos, la responsabilidad con el trabajo, el respeto de la ley, el rechazo a la corrupción y la valentía de denunciarla, constituyen muestra del compromiso con México y con nuestros hijos. En este contexto, el voto que pronto emitiremos será tan razonado como lo dicten nuestros valores, prácticas diarias, y visión de país. El futuro de México es hoy y está en nuestras manos.
Twitter: @RicSantes